miércoles, 8 de febrero de 2012

El cofre tenebroso

Brunildo abre el cofre con frenesí.
Adentro no hay oro precioso ni cobre.
Ni libras ni coronas ni francos.
El hombre sufre el precio del fracaso; otra vez enfrenta la pobreza.

El candelabro cae en la alfombra.
Una bruma sobrenatural cubre a Brunildo; una brisa fría lo abraza.
Se abriga con la piel de cabra sobre los hombros
y presiente problemas.

Primero, una fragancia brota del cofre.
¿Broma o brujería?
De pronto brilla una luz tenebrosa.
Brunildo brinca atrás abruptamente.

Frente a él descubre un libro en un atril.
Lo abre deprisa. Las frases lo oprimen brutalmente.
En el proceso, las palabras se precipitan sobre él  y lo aprisionan.
La alfombra vibra.
Brunildo se recobra y cubre el libro con su abrigo de cabra.
Las palabras brincan encabritadas al cofre.
El hombre lo traba con el candelabro.

Brunildo es libre.

1 comentario:

Unknown dijo...

Por que esta intrigado