Mamá (la que me cuida):- Hola, sí, ¿pediatría? Para pedir un turno...
No pasa nada, me gusta ir a lo de la doctora
Norma.
Yo (¡!):- Pero acá no es el consultorio...
Yo interior ( el seguro):- Se mudó, como nosotros.
No hay juguetes ni libros en la sala de espera.
Yo interior (el que sospecha):-
Algo anda mal. Mmm...¡vacuna!
Yo (¿?):- Ma...
Mamá (la tranquila):-
...lo de Norma es a trasmano...
Yo (el que espera):-...............
Mamá (la que cuenta cuentos):-...............
Hay carteles. Muchos números, muchas letras. No entiendo los dibujos.
Yo (el aburrido):- Un elefante se balaceaba...
Yo (el que sigue aburrido):-Treinta
y cinco elefantes...
Mamá (la histérica):- ¡Cortala!, porque si no...
Escucho
mi nombre, el completo.
Mamá
(la obediente) se levanta.
Yo
(el resignado) la sigo.
El
consultorio es más blanco que la panza de mamá en invierno.
La
pediatra es hombre y con bigotes.
Me
saluda dándome la mano.
Parece
que esperamos tanto que ya soy un hombre.
El pediatro serio y mamá (la que lo sabe todo)
hablan mucho de mí cuando era joven.
Él anota.
Yo (el aburrido y desnudo en la camilla):-.......... –( “Porque si
no...”)
La abuela (la de la voz en mi cabeza):- “Uno está sano hasta que va al médico.”
Me duele la panza.
Pediatro (el sonriente):- ¡Hola, Manola!
Yo (el ofendido):-
Me llamo Federico, soy varón, ¿no ves?
Pediatro (el que disimula maldad):-
Perdón, Fede, así que te gusta el fútbol. ¿De qué cuadro sos?
Yo (el bostero):- De la mitad más uno.
Pediatro (la gallina):- Buuu, yo soy de los millonarios. Igual nos
vamos a llevar bien, ¿no?
Yo (...):-...............
El pediatro me revisa.
Yo (el muñeco):-...............
Yo (el robot):-...............
Yo (la rata de laboratorio):-...............
Mamá (la no sé qué):-...............
Ni se da cuenta de mi dolor de panza.
Pediatro (el odiado):- Chau, Fede, un gusto haberte conocido.
Mamá (la correcta):- Gracias, doctor.
Yo (el bien aprendido):-
Chau.
Mamá (la que me cuida y entiende):-
Hola, sí, ¿pediatría? Para pedir un turno con
la doctora Norma...